Los científicos han descubierto que los hechos que no están relacionados entre sí son más fáciles de recordar que relacionados.
Los caracoles ayudaron a llegar a tal conclusión. Su estructura es mucho más simple que la humana, pero al mismo tiempo, tiene algunas similitudes. Esto le permite usar el cerebro de los caracoles como modelo para la investigación, transfiriéndolos a los humanos.
La esencia de la investigación fue que al entrenar caracoles, los científicos usaban el asco y la recompensa de la comida. Analizando los datos sobre el registro de la acción del cerebro, se concluyó que cuando los caracoles intentaban elegir objetos similares, usaba una neurona para esto, lo que provocaba una competencia de recuerdos. Como resultado, los caracoles solo recordaban uno de dos objetos idénticos.
En ese momento, cuando los caracoles intentan recordar diferentes objetos, usan diferentes neuronas sin causarles competencia. Gracias a esto, los caracoles recordaron ambos objetos.
Las partes superior e inferior del hipocampo son responsables de los recuerdos que difieren en el color emocional. Cuando se activa esta o aquella parte del hipocampo, puede ocurrir supresión o fortalecimiento de los recuerdos.
Con base en los estudios, los científicos concluyeron que si una persona necesita recordar alguna información, debe cambiar a otros temas sin tratar de recordar datos similares por ningún criterio al mismo tiempo.
Por lo tanto, los caracoles ayudaron a los científicos a finalmente comprender cómo ocurre el proceso de memorizar cierta información. Gracias a esto, ahora cada uno de nosotros tiene la capacidad de recordar los datos y la información necesarios de manera mucho más fácil y rápida.