La mayoría de las personas han notado que el viaje de regreso a casa es mucho más corto que seguir a un destino desconocido. A medida que envejecen, los eventos pasan más rápido y el sentimiento de la infancia, cuando las horas se alargan (por ejemplo, para un cumpleaños, un viaje al mar o el inicio de las vacaciones) desaparece en algún lugar. Muchos científicos trataron de explicar las leyes de la percepción del tiempo, pero resultó proporcionar evidencia irrefutable solo a unos pocos.
Hipótesis reales
Para corroborar por qué el viaje de regreso parece más corto, se han presentado varias hipótesis:
- miedo a llegar tarde;
- el efecto de la percepción de lo nuevo;
- Antecedentes emocionales positivos.
Miedo a llegar tarde
Entonces, la primera hipótesis establece que el camino hacia un nuevo lugar casi siempre está asociado con el trabajo o la resolución de asuntos urgentes. Por lo general, hay un marco de tiempo para algunos eventos, lo que hace que una persona mire más a menudo el reloj.
En pocas palabras, la concentración lleva al hecho de que los eventos tienen lugar más lentamente. El efecto contrario ocurre cuando una persona regresa a casa: no hay necesidad de controlar los eventos, la conciencia se relaja y pierde el control sobre el paso del tiempo.
Hecho interesante: Los psicólogos occidentales han acuñado su propio término, que suena como "efecto de viaje de regreso" (traducido como "efecto de viaje de regreso"). En su opinión, bajo la influencia de este proceso, una persona activa procesos psicosomáticos especiales que afectan el estado de ánimo, el bienestar y la producción de hormonas de la felicidad, las endorfinas.
El efecto de la percepción de lo nuevo
La segunda hipótesis está relacionada con centrarse en lo nuevo.Frente a lo desconocido, la atención de una persona se enfatiza involuntariamente y el curso del tiempo se ralentiza. Con un estudio detallado del objeto, el interés en él desaparece, comienza a ser percibido como ordinario y la concentración de la atención ya no se produce. El camino de regreso ya no está conectado con algo nuevo, por lo tanto, el tiempo en la conciencia también fluye más rápido.
Antecedentes emocionales positivos
La tercera hipótesis considera un trasfondo emocional positivo al regresar a casa. Esperar una reunión con familiares o anticipar estar en un ambiente cómodo contribuye al surgimiento de la alegría, una sensación de felicidad y armonía con el mundo exterior. Con emociones positivas, el tiempo fluye más rápido, una persona se enfoca en recuerdos agradables y olvida concentrarse en lo que está sucediendo a su alrededor.
Antecedentes científicos
La hipótesis asociada con un estado de ánimo positivo al regresar a casa fue probada recientemente por científicos japoneses de la Universidad de Kyoto. Para estudiar el problema, se seleccionaron 20 personas, a quienes se les mostraron dos videos de caminar en Tokio.
El primero de ellos transmitió la ruta a un destino específico, y el segundo, el viaje de regreso a casa. Es de destacar que, para todos los encuestados, el segundo video parecía ser en promedio 2-3 minutos más corto que el primero, aunque tenían la misma duración.
Según los científicos de Kyoto, el experimento confirma que con un trasfondo emocional positivo, el sentido del tiempo se ve opaco y su curso se percibe más rápido en un nivel subconsciente.
Resuke Ozawa, autor e inspirador ideológico del estudio, señala que el cerebro humano monitorea el tiempo a través de dos sistemas: uno es matemático y el segundo se basa en una percepción interna de la duración de los eventos. Es ella quien se engaña cuando mejora el estado de ánimo.
Por lo tanto, el camino de regreso parece más corto en el tiempo debido a un trasfondo emocional positivo. Afecta la percepción subconsciente de la duración de los eventos, reduce la concentración de la atención, hace que una persona viva anticipando un ambiente cómodo y acogedor.